Fui caminando desde Osaka hasta Wakayama. Teniendo en cuenta que únicamente tomé el tren para salvar las montañas previas a la ciudad de Wakayama, tramo por el cual caminar por las carreteras puede ser peligroso, calculo que hice unos noventa kilómetros aproximadamente, treinta por día, tres días de viaje. Salía al amanecer y me quedaba a dormir en cibercafés. Caminar es una de mis formas preferidas de viajar, puedes observar la vida cotidiana de los pequeños barrios y pueblos del país, y conocer pequeños lugares interesantes que jamás apreciarías viajando en otro medio de transporte.
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