El castillo de Kumamoto, un querido emblema por más de 400 años, sufrió graves daños en 2016 en un gran terremoto. Cuando empezaron los trabajos de restauración, se encontró un serio problema: cómo recrear sus techos de teja tradicional. Las tejas hechas de arcilla cocida son excelentes aislantes, pero cada una tiene ligeras diferencias, lo que puede crear rendijas. Los albañiles lo solucionan cincelando unos pocos milímetros, pero en el castillo, esta fue una tarea enorme que implicó decenas de miles de tejas. Veremos cómo los esfuerzos colosales de estos artesanos han traído la esperanza y revivido el ánimo de la región.
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